23 de Septiembre de 2.008
A las nueve y media de la mañana, Pilar Serrano ya se había
apostado frente al ventanal del Casino de Cariñena. "¡Hombre, había que
coger palco!". Como ella, miles de personas -cerca de 4.000, según los
organizadores- quisieron acompañar a los Reyes en su visita a la localidad, que
vivió el día grande de los actos por el 75º aniversario de la denominación de
origen. La Fiesta de la Vendimia, que contó también con la presencia del
presidente de Aragón y su homólogo en la DPZ, entre otras autoridades, puso fin
a un año plagado de celebraciones.
Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron a la localidad dos horas y media después
de que esta vecina de Cariñena se colocara en su privilegiado mirador. Algo más
tarde, sobre la una y media se despidieron. Este breve lapso de tiempo resultó
sin embargo tan sonado como el que supuso la llegada de Felipe II en 1585,
cuando por primera vez de la fuente de la Mora brotó vino en lugar de agua
(ayer, el monarca solo necesitó pulsar un botón para iniciar el mecanismo).
"¡Mi marido les ha dado la mano!",
proclamaba María Pilar. "Han llegado a mucha gente, es algo que pasará a
la historia de Cariñena", explicó a su lado Fabiola. Los Reyes
desembarcaron en la plaza Alta. Tras recorrer entre vítores y saludos la calle
Mayor, llegaron a la plaza de España para presenciar el espectáculo más
emblemático de la jornada: el tradicional pisado de la uva y la obtención del
primer mosto, que fue después ofrecido al Santo Cristo de Santiago y bendecido
por el párroco de Cariñena, Rafael Batalla, al que acompañaba el Arzobispo de
Zaragoza, Manuel Ureña. Antes, la plaza se llenó de emotividad, al guardar
público y autoridades un minuto de silencio en homenaje al brigada Luis Conde,
asesinado por ETA en la madrugada del domingo al lunes.
Siempre acompañados por Marcelino Iglesias, por
el presidente de la D.O., Santiago Begué, por el alcalde de Cariñena, Sergio
Ortiz, y por el delegado del Gobierno, Javier Fernández, los Reyes firmaron en
el libro de honor del Ayuntamiento y, posteriormente, visitaron el Museo del
Vino de la denominación de origen. Finalmente, posaron con los responsables de
las 56 bodegas que la integran para después partir hacia Madrid.
"Ha sido muy emocionante, son muy
guapos", acertaron a decir Yaiza, Laura y Marta, tres reinas de las
fiestas. "A mí me han gustado los zapatos de la reina", señaló la
última. Más solemne se mostró el presidente del Consejo Regulador en su
discurso ante Don Juan Carlos y Doña Sofía, que leyó en la plaza de España.
"Hace 400 años recibimos al Rey que ensanchó el poderío de España hasta
límites increíbles. Hoy recibimos al Rey que ha ensanchado la paz la libertad y
la prosperidad hasta cotas jamás alcanzadas", recitó Begué.
Sobre las dos de la tarde, sus Majestades
abandonaron Cariñena, aunque los actos continuaron durante todo el día, con
pasacalles, comparsas, actuaciones infantiles y espectáculos musicales.